La psique que nace en el organismo

 

La psique celular

En tan sólo unas semanas después de la fecundación, los miles de células que ha generado la célula fecundada se agrupan en cinco tipos iniciales. Como corresponden a cada una de las cinco oseis, los denominamos: células I-II, osei vertical; células V-VI, osei frontal; células III-IV, osei lateral; células VII-VIII, osei rotatoria; células IX-X, osei central.

Cada grupo celular embrionario, en sus múltiples y complejos desplazamientos, despliega el movimiento de la osei que lo ha originado y genera nuevas células con las que crea los tejidos, la cavidad y el sistema orgánico de su osei. Sus asociaciones celulares muestran un específico comportamiento, percepción, memoria e inteligencia que denominamos psique celular.

Las células I-II crean las neuronas del sistema nervioso, que se dedican a interpretar y coordinar distintas informaciones para elaborar una planificación general. Necesitan distanciarse del contacto con las otras células para así poder captar la información en su globalidad, desde lejos. Se asocian entre sí con un estricto orden jerárquico. También forman la vista, el único sentido que percibe los estímulos sin contacto.
Con su movimiento ascendente y su cualidad medular-estática, manifiestan una psique celular observadora, distante y jerárquica, que denominamos psique celular contemplativa.

Las células V-VI crean las células del sistema muscular-locomotor y respiratorio, que se dedican a realizar la función combustiva o metabólica. Saben que debe ser eficaz y realizada lo antes posible, escogiendo el camino más veloz y corto, unidireccional: de origen a inserción en los músculos, de procedencia a destino en las vías respiratorias, sin ninguna desviación. Muestran un cálculo exacto y un aprovechamiento espacial eficaz.
Con su movimiento unidireccional hacia delante y su cualidad periférica-dinámica, manifiestan una psique celular unidireccional, práctica y eficaz, que denominamos psique celular pragmática.

Las células III-IV crean las células del sistema asimilocirculatorio, que se dedican a repartir el alimento a todo el organismo. Para ello, actúan en base al gusto y se asocian estableciendo una red de intercomunicación bilateral que permita animar en todo momento el organismo. No atienden a la eficacia ni al orden jerárquico, sino al estado contento o descontento de las células. Saben jugar el papel de mediador, comunicando unas partes del organismo con otras.
Con su movimiento izquierda-derecha y su cualidad perférica-dinámica, manifiestan una psique celular gustativa, comunicativa y mediadora, que denominamos psique celular emocional.

Las células VII-VIII crean las células del sistema urinario, que realizan la función eliminatoria. Saben distinguir el espacio o territorio propio, vigilando las sustancias nocivas para el organismo, revisando la selección realizada, expulsando al invasor, regulando la presión y la fuerza debida o indebida, limpiando el organismo y protegiéndolo de los enemigos.
Con su movimiento giratorio y su cualidad periférica-dinámica, manifiestan una psique celular luchadora, territorial y conclusiva, que denominamos psique celular competitiva.

Las células IX-X crean las células del sistema reproductor, regenerador celular y conjuntivo subyacente. Su intensa vitalidad les permite captar tanto la vida como la muerte para poder realizar la regeneración celular. Saben cómo establecer contactos intercelulares multirradiales para unir las diversas partes del organismo, comunicar las células de núcleo a núcleo, captando el interior, y perpetuar la especie. Lo hacen calladamente, escondidas en los distintos tejidos, expresándose sólo cuando llega el momento.
Con su movimiento celular multirradial y su cualidad medular-estática, manifiestan una psique celular íntima, profunda y absoluta, que denominamos psique celular afectiva.

La psique

En los vertebrados, estas psiques celulares se interrelacionan en el cerebro y se reflejan en las actividades de las distintas zonas cerebrales, constituyendo la psique del organismo o del ser vivo.

Coordina y expresa las vitales necesidades internas y externas de los cinco grandes sistemas orgánicos, a través tanto de la médula espinal o los nervios raquídeos (sobre todo para las informaciones internas) como de los cinco sentidos o los doce nervios craneales (sobre todo para las informaciones externas).

La psique y su actividad cerebral no es algo independiente de las diversas actividades del organismo de cada ser vivo y de sus movimientos, sino que está totalmente interrelacionada con éstos. Es una de las actividades de la osei.